2016_12_26_Talamantes

Excursión por la carretera que une Alcalá de Moncayo con Talamantes.
Una vez llegados al término de Talamantes, aparcamos el coche (arriba, antes de llegar al pueblo, en el Collado de Añón) y fuimos en dirección a las Peñas de Herrera.
Nos desplazamos por la cresta entre dos barrancos: el de Valdelinares (a nuestra derecha) y el de Valdeherrera (a la izquierda).

Curiosa "escultura" en la fuente al pie de la carretera.	Podía ser la fuente de "La Gotera" pues el agua caía gota a gota.
Esta mata de romero (Rosmarinus officinalis) estaba tan desarrollada que, además de su altura considerable, tenía un tronco bastante grueso.	Las carrascas ya están regenerándose tras el incendio de agosto de 2012. Observad como las ramas superiores están quemadas mientras que por abajo ya aparecen los brotes nuevos. Se demuestra, de esta manera, la capacidad regenerativa de las partes subterráneas de este tipo de plantas tras los incendios.
	La carretera que desciende hacia Talamantes (desde el Collado de Añón) y la Peña de las Armas (1.155m) de Tabuenca, al fondo.
Peñas de Herrera y el barranco de Valdeherrera.	Al fondo se divisaban algunos tramos de los Pirineos.
Amor materno.	Talamantes abajo, con el castillo vigilante.
Un brindis después del bocadillo.
Ya de regreso hacia Talamantes.
Peña de las Armas de Tabuenca. (1.155m).	Encuentro con una talamantina y su perro.
Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol en Talamantes.	Carlina acanthifolia en una puerta. Estos cardos se colocaban en las puertas de las casas del Pirineo para defenderse de las enfermedades, rayos y brujas (antes de entrar en la casa, por la noche, se paraban a contar los filamentos de sus semillas y se les hacía de día). Además, sirven de higrómetro: cuando hay humedad sus "rayos" se encogen y cuando el tiempo está seco se estiran.
	La fachada de la Casa del Dance es un auténtico museo repleto de detalles.
Macetabota.	Minerales.
Bicicleta-florero.	Cántaro.
Ventanuco típico en Talamantes.